El Black Friday, una tradición importada de Estados Unidos, se consolida como un evento clave para el comercio ecuatoriano. Esta fecha no solo impulsa ventas, sino que también refleja la capacidad de adaptación y las estrategias innovadoras de los comerciantes locales.
En el país, esta jornada trasciende el formato de un solo día, extendiéndose a semanas completas gracias a la integración del comercio físico y digital.
Gabriela Uquillas, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), explica que, en respuesta a la crisis económica, los comerciantes deciden alargar las promociones para aprovechar al máximo las fechas.
Este año, muchos negocios iniciaron sus descuentos desde principios de noviembre, destacando la resiliencia del sector comercial. Esta tendencia también permite que las ventas aumenten gradualmente a lo largo del mes.
Leonardo Ottati, presidente de la Cámara Ecuatoriana de Comercio Electrónico (CECE), añade que la extensión responde a la integración de los canales físicos y digitales. El concepto de “semana Black” o incluso “mes Black” se ha vuelto común en el país, beneficiando tanto a los consumidores como a los comerciantes.
Además, esta estrategia prepara el terreno para las campañas navideñas que comienzan inmediatamente después del evento.
Estrategias comerciales para un evento prolongado
Uquillas señala que los descuentos prolongados, que van desde el 30% al 70%, generan un incremento del 14% en el volumen de ventas en comparación con días normales.
Para captar más clientes, muchos comerciantes ofrecen promociones especiales y facilidades de pago, como meses sin intereses, periodos de gracia y financiamiento directo, estrategias que han demostrado ser clave para atraer a un consumidor que busca optimizar sus compras en estas fechas.
Ottati enfatiza que es crucial comprender el inventario y optimizar aspectos como los tiempos de entrega y el servicio al cliente. Además, menciona que la experiencia del consumidor, tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales, juega un papel decisivo en las decisiones de compra.
El comercio electrónico, en particular, requiere estrategias específicas para atraer a un mercado cada vez más exigente.